Crítica de ‘Maléfica: Maestra del Mal’, de Joachim Rønning.

Imagen“Vaya, vaya…” citando la icónica frase de entrada del personaje interpretado por Angelina Jolie, inicio el análisis del regreso del hada “malvada” a las pantallas, erigiéndose como la segunda secuela de acción real de la factoría Disney (Si tenemos en cuenta el nuevo canon, la primera secuela seria la malograda Alicia, a través del espejo).  Los números mandan, en 2014 Maléfica recaudó, más de 750 millones de dólares de un presupuesto de producción basado en los 180 millones, un bombazo que bajo la aprobación de Jolie cuenta ahora con una continuación. Este capítulo necesitaba de un aliciente suficientemente atractivo para atraer a una audiencia, que recibió con criticas mixtas la bondad aplicada sobre el icónico personaje, en su primer largometraje, por ese motivo se ha contratado a Michelle Pfeiffer para garantizar un espectáculo de primer nivel. ¿Es suficiente su incorporación para mantener atención del espectador?

Los años han sido amables con Maléfica y Aurora. Su relación, nacida de desamor, la venganza y en última instancia sellada por el amor, ha florecido. Sin embargo, el odio entre el hombre y las hadas todavía existe. El inminente matrimonio de Aurora con el príncipe Phillip es motivo de celebración en los reinos de Ulstead y los Moors, ya que el enlace sirve para unir los dos mundos. Cuando un encuentro inesperado introduce una nueva y poderosa alianza, Maléfica y Aurora se separan en bandos opuestos en una Gran Guerra, poniendo a prueba sus lealtades y haciendo que se cuestionen si realmente pueden ser familia.Contra todo pronóstico la parte introductoria de este largometraje es de los más disfrutable. El trasfondo emocional que une a Maléfica y Aurora es compresible para el espectador, esas dudas, nervios e inseguridades ante la recepción del matrimonio. Angelina Jolie y Elle Fanning conforman una de las bases de esta cinta, una relación orgánica en la que vemos pasar a los personajes por situaciones de lo más hilarantes, teniendo en cuenta los esfuerzos que hace el hada tenebrosa por ser autoritaria a pesar de intentar respectar los deseos de su hija adoptiva. Un broche de oro, que se cierra un magnifico banquete real en que puede mascar la tensión, sentando en una mesa el universo de hombres y hadas con el fin de crear una unión que garantice la paz. 

Es en esa secuencia donde se produce el momento crucial de la cinta. Esa guerra de suegras que a priori parecía no gozar de fuerza como hilo conductor de una secuela, pero que gracias al potencial de sus actrices funciona, regalándonos una lucha verbal memorable entre dos pesos pesados del Hollywood reciente. Michelle Pfeiffer es la contrincante perfecta, sin embargo, las motivaciones de sus personajes parecen demasiado impulsivas y planas, no profundiza en la construcción del personaje, por lo que la sensación de amenaza se va disipando a medida que se construye la historia.  Jolie y Pfeiffer solo comparten dos escenas juntas en todo el largometraje, lo que me deja completamente desencantado, ya que más allá de esa escena previa no tienen demasiado momentos para brillar juntas. Para más inri, tras ese cara a cara inicial, el filme comienza a perder el control convirtiéndose otra torpe secuela comercial.La película pierde todo su potencial desaprovechando dos factores clave: el desarrollo de ese enfrentamiento femenino y su incapacidad para abordar con esmero los orígenes del personaje protagonista. Esta entrega abre la puerta a que podamos conocer mejor que tipo de criatura es Maléfica, una propuesta que introduce un espacio visual realmente atractivo rodeados por una diversidad de criaturas que alimentan la creación de un interesante universo creativo. Por desagracia, este nuevo mundo centra la acción entre los bandos que rechazan o apoyan la llegada de una batalla contra el mundo de los humanos. Chiwetel Ejiofor y Ed Skrein, le roban el protagonismo a una Angelina Jolie que queda en un segundo plano, divagando sobre los actos que están por acontecer. La interprete vuelve aparecer preciosa e imponente, con delicioso y versátil trabajo de vestuario sobre el personaje, más siento más diluida su presencia en la cinta, centrándose en aparecer en los momentos clave. Es la estrella de la función y se luce con soltura, pero no goza del mismo peso e interés con el que lo hizo en la primera entrega.   

Se presta a incoherencias narrativas, deshaciéndose de secundarios sin explicación, cambiando la personalidad de sus personajes por arte de magia, o desprestigiando en cierta forma esa aplaudida lectura sobre el amor verdadero que construyó la primera película (¿alguien necesitaba esa boda?). Además, como suele ocurrir en este tipo de producciones, se siente un abuso de los efectos especiales. Animaciones poco vistosas a rasgos generales, con la insistente creación de personajes animados adorables para convertirlos en futuros productos de merchandaising, generando tramas innecesarias que perjudican a la trama y la duración de la cinta que llega a rozar las dos horas de duración. Su clímax no resulta emocionante, ya el conflicto principal no tiene fuerza, cayendo en torpes giros de guión de los que suelen pecar las segundas partes. Detalles poco pulidos, probablemente porque estamos ante una producción infravalorada desde su creación por su corte infantil, aspectos que, si han pulido los clásicos de Disney durante su historia, motivo por los que se recuerdan como autenticas joyas del cine moderno. Un producto plano que cae en lugares demasiado comunes, funciona como entretenimiento para aquellos fans de la factoría poco exigentes que son felices con cuatro fuegos artificiales y la caracterización de este grupo conocido de actores. El filme será rentable por mucho que no genere los datos de su predecesora, pero vaticino un probable batacazo similar al de secuela de Alicia, no hará un gran daño al estudio y continúa dándole beneficios. No estamos ante un absoluto desastre (aunque su desenlace es algo vergonzoso), presenta un diseño artístico destacable, siendo su reparto la pieza fundamental para soportar esta secuela. Los nuevos recursos que propone son fantásticos, pero no han sido cuidados, haciendo que pierda completamente su potencial.  

Sigo sin comprender su subtitulo, no hay rastro de ninguna Maestra del mal en esta película.

NOTA: 2,5/5

Juan Carlos Aldarias.

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